NUESTRA HISTORIA

Cocu abrió en diciembre de 2012. Fue por pasión que Morgan Chauvel decidió comenzar un giro de 180 grados en su carrera con los principales objetivos: difundir la cultura francesa en Argentina y producir la mejor baguette en Buenos Aires.

Nuestra primer preocupación es la calidad de nuestros productos.

Los elaboramos con materia prima local cuidadosamente seleccionada y con nuestras recetas - 100% francesas y de fabricación manual, respetando absolutamente la tradición artesanal que creó la reputación del pan francés en el mundo

La cocción de todos nuestros panes, de nuestra pastelería y otras especialidades, constituye cada día un momento mágico, gracias al horno ubicado en el centro de la panadería y a la vista de nuestros clientes, a quienes brindamos la posibilidad de consumir los productos en el salón, mientras suenan los clásicos de la música francesa y también de comprarlos para llevar y seguir disfrutando...

Si estás buscando una auténtica experiencia francesa, en el momento del almuerzo o merienda, vení a Cocu.

imagen de la Panadería
dibujo 3 mujeres y 1 hombre

COCU, EL NOMBRE

¿Querés saber por qué los franceses cuando entran en Cocu lo hacen sonriendo? Porque Cocu significa "cornudo"

Queríamos transmitir nuestra esencia con un nombre que es bien nuestro.

Somos jóvenes emprendedores con muchos conceptos nuevos en la cabeza pero también muy apegados a nuestras raíces francesas. Por lo que nada nos pareció tan pertinente como inspirarnos en el film "La mujer del panadero" de Marcel Pagnol - clásico de la cinematografía francesa - que cuenta que el panadero, cornudo y triste por el abandono de su mujer, deja de elaborar su pan, haciendo que todo el pueblo se movilicde para encontrarla.

La leyende que nace de esta historia dice que un panadero trabaja tanto y es tan fuerte su pasión por el pan, que su mujer, cansada de estar sola, lo engaña con otro...

Y es así, que quisimos propagar esta leyenda, haciendo nuestra propia historia. Creamos a Laurent, nuestro panadero, que se enamora de Marion, pero que tiene tal pasión por sus productos que no logra equilibrar su vida, haciendo que ella lo deje solo con sus productos. Marion le da un portazo, diciendo "te amo hasta la locura", pero esta relación... es imposible.

Por eso, los mostradores de Cocu están hechos con puertas antiguas, que representan los portazo que las mujeres dieron a nuestro panadero.